La alegría de amarte

Nunca te vas de mí cuando te alejas,
guardo de ti en mi corazón 
todo mi amor en su silencio pleno;
guardo de ti la alegría de amarte,
tu canción y tu timbre,
tu tacto y tu sonrisa,
tus ojos en los míos;
guardo de ti mi cercanía íntima, 
todo lo que te vivo en mí 
en cualquier tiempo, 
en el espacio abierto a mi silencio.
Nunca te vas para dejarme sola,
siempre me encuentras en mí y conmigo,
viviendo, aprendiendo a vivirme,
contenta por ser,
por saberte en sincrónico tiempo,
en el espacio amplio que la vida permite.
Guía tu libertad  tus pasos.
Nunca te vas de mí cuando te alejas.


Isabel 7-01-2018

Tarde de Reyes

Desde la distancia, la tarde nos llama; 
es tarde de Reyes. 
Me miro en tus ojos,
te llaman los míos,
los tuyos responden 
su intensa y profunda caricia,
tiempo para unirnos: 
labios que se besan, almas que sonríen;
canciones de vida en poético viaje.
Las notas avanzan, su ritmo y cadencia
transitan por el invisible mar 
del aire dormido en sueño de amor:
se extienden, irradian belleza,  
se funden con todo,
como el mar en sus olas eleva canciones,
crean con el aire 
paisajes fundidos en su intimidad.
Entre tus brazos me pierdo y me encuentro.
La vida sucede plena de magia;
es tarde de Reyes.


Isabel  6-01-2018

Latiendo en su ritmo...

la tarde sucede:
el agua se acerca a la orilla y la besa...
respira el mar irradiando colores
un nuevo viaje 
verde, azul, violeta…
Dialoga la música íntima 
con el ritmo de ese besar 
fundido en la existencia.
Veo tus ojos, tu mirada intensa...
Contemplo la sonrisa en su inocencia,
la mirada y el tacto en las pupilas:
llamas de terciopelo entre sus aguas,
como estrellas que acarician 
su innata transparencia,
la armonía del alma:
ofreciendo  al rostro su luz,
elevan con su amor 
formas creadoras de intimidad y calma.
Un misterioso acorde de silencio
llama la noche a su presencia.
Danza el agua por el iris dormido
reflejos de luz dorada.


Isabel, 6-08-17

Ahora

¿Escuchas la mañana?

...melodías cantan su voz y timbre
en exquisito diálogo de silencios y susurros,
como luces en el oscuro cielo de lo incierto...

manos que arpegian sus tonos y texturas,
ritmos que danzan sus matices
entre el amor y el juego
de esa alegría grata del encuentro...

ojos navegan por sus aguas
entre la luz que observan 
desde dentro, 
las ondulantes olas
avanzan en su camino, 
creciendo hacia lo nuevo...

Formas dinámicas, cambiantes,
completos círculos
se integran en el caminar abierto...

Me hablan tus manos
creando con suavidad su encuentro.


Isabel, 5-06-17